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jueves, marzo 04, 2010
La cama movediza.
Esta mañana fui al dormitorio a hacer la cama y me la encontré ya perfectamente hecha. Para dejar alguna huella siquiera, me entretuve en arrebullonar coquetamente uno de los cojines de florecillas cuando la cama... tembló; se movió ostensiblemente hacia los lados como en un ligero temblor, como cuando no coges la imagen en una pantalla hasta que sintonizas del todo.
Pero lo peor es que, inmediatamente después, se arrancó a hablar; una voz suave y quebradiza.
- Estoy harta. Desde la punta de mis patas hasta la última de mis láminas. Nunca me sacáis, nunca me habláis, nunca jugáis a nada conmigo... ¡¡¡SOIS UNOS EGOÍSTAS HORRENDOS!!!!, y un día de éstos me voy a quebrar aposta para dejaros en el puto suelo y con el coolo al aire.
Asombrada, que no sorprendida, porque la cama tenía más razón que una santa, le contesté todo lo suavemente que supe:
- Querida cama, aunque por lo visto no hayamos sido capaces de hacértelo sentir, nosotrxs te queremos muchísimo, y para demostrártelo te vamos a envolver en ropa nueva, nuevos perfumes, y te besaremos y abrazaremos hasta la extenuación.
Aquí mi cama se emocionó viva y profundamente y se echó a lloriquear, hipar, sollozar, suspirar y abombar el gran edredón de respiraciones entrecortadas.
Poco después, se quedó dulcemente dormida bajo mis caricias; ¡¡¡y así sigue de momento!!!
Alicia XX
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