sábado, mayo 22, 2010

Van a dar las 6:15 a.m. y acabo de llegar a casa. Ha sido una noche realmente espléndida porque ha incluido: reconciliación con mi novio, conocer a Zakaria, que es un en-canto, reconciliación con el espléndido Ateneo de Madrid gracias a la estupenda presentación de Aarón García Peña de sus dos poemarios, conocer nada menos que a don Jaume de Urgell, que era una incógnita to-tal para nosotrxs, y rematar viendo el final del interesante concierto de Luis Auserón en el para mí desconocido aún Teatro Arenal.

Ahí pienso tocar yo también. Sólo siento de verdad no haber podido ir ayer a los conciertos de Olaia Pazos y Luis Prosper y una injusticia cometida hoy con una colega poeta (ya me explicaré).

La noche en Madrid es, ha sido, embriagadora de verdad.

¡¡¡Besos!!!!

Alicia XX

miércoles, mayo 12, 2010

La piscina pública Francos Rodríguez está gestionada por filonazis.

El verano pasado tuve un encontronazo en la piscina pública de mi barrio (que es bien grande, hermosa y rodeada de altos árboles).

Nunca me gustó pasar por los vestuarios; voy con el típico vestidito de verano, duchada en casa, y me pongo el monokini por debajo de el vestido (no se me ve un pelo porque soy muy consciente que Madrid está ahora plagada de fascistas descerebradxs).

Un "socorrista" se me acerca a instarme a que me ponga el bañador en los vestuarios, y entonces me enfrento a él/ellos pidiéndoles:

a) Su identificación como "socorristas" o su puta madre.

b) El puto reglamento o cartel donde se especificara que era una obligación, y no un derecho, cambiarse en los vestuarios.

Pronto me rodeaban como media docena de tíos, yo en tetas y ellos vestidos. Monto en cólera por el acoso y la invasión de mi intimidad (máxime cuando no llevaban uniforme, ni identificación, ni nada) y ellos deciden llamar a la policía (a todo esto la pisci está semivacía).

Pejo y yo fuimos a la tarde a denunciarlos en comisaría y nos tuvieron como unas 3 ó 4 horas esperando, hasta que nos aburrimos y nos fuimos (Marino esperándonos en casa); el resultado es que ahora me citan a MÍ mañana como denunciada en un juicio de faltas.

Es kafkiano. O se han vuelto todxs locxs, o se aburren mortalmente, o no tienen trabajo más importantes que hacer con los maltratados dineros públicos.

Pero se van a enterar. Lo juro. Les saco una buena indemnización por daños y perjuicios diversos.

Fascistas censores locxs descerebrados salidorros de las narices.

Alicia XX

jueves, mayo 06, 2010

somos las mejores sin el menor asomo de duda.

- Sábado, 8, 19.30, Casablanca (c/ Santa Isabel, 23, metro Antón Martín). Bárbara Butragueño, Antonia Ortega, Alicia Navarro Mañas, Ana Mª Cuervo de los Santos, Roxana Popelka, Noni Benegas.

lunes, mayo 03, 2010

VIVO SIN VIVIR EN MÍ, por Santa Teresa Súperstar.

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.