¿Y cómo quiere usted su poética, señora?
- Que no pese, haga usted el favor. Y que no pretenda ser bonita pero que lo sea. Que no se enrede, que no sea enredosa. Que todos los demás digan o piensen: ¡¡QUÉ MAL!! ¡¡QUÉ POCA VERGÜENZA!! Que huela a sexo femenino cuando pasas los dedos por él (sin depilar). Que se reboce directamente en la arena o en el barro; que no use toalla, por favor. Valen, sin embargo, las burbujas de jabón y esas de los embalajes que crujen tan bien al explotarlas. Que haga reír, que sea gansa y que no muestre respeto por nada ni por nadie; muy irrespetuosa y caradura, hágame usted el favor. Que se pringue de pinturas de colores y de merengue, pero jamás de maquillaje. Que se orine en la moda y en los cánones. Que vuele, que vaya en bicicleta y que trepe a los árboles. Que se cuele en todas partes, como el agua, y que se plante donde nadie la quiera. Y que crezca y se desarrolle sana, fuerte, vigorosa y sin virus. Pero, sobre todo, sobre todo, que me haga MUY feliz.
- ¡Justo como ésta, vamos a tener suerte!!
- ¡¡Gracias, hermosote!!!!
(un bonito ejercicio de taller con el bellísimo gonzalo escarpa).