Seguro que la conocéis. Ganó el Pulitzer en 1994. Su autor, el sudafricano Kevin Carter, se suicidó un mes después, por lo visto doblemente atormentado; por la muerte a tiros de un colega suyo en Johannesburgo y por esta foto que él decía "odiar", aparentemente por no haber ayudado a la niña suficientemente -aunque al menos reconoce haber espantado al buitre- y por esas voces insistentes que le recriminaban después no haber sacado a la niña de esa situación antes de "disparar".
Aún a riesgo de que se me tome por sensacionalista, diré que esta foto, y la historia del fotógrafo, me han dado mucho que pensar. ¿Cuántas personas en el "mundo civilizado" han asistido impávidas al espectáculo de mujeres o niños maltratados, personas literalmente muriendo de depresión, por drogas, por desamor, por soledad, de lo que sea, y no han hecho absolutamente nada por remediar o aliviar la situación? He visto estos casos infinidad de veces; ver, oír y callar.
Lo que me resulta más escalofriante es que sabemos de sobra que los buitres empiezan a atacar, a picotear, a despedazar, antes de que la víctima esté muerta.
Alicia XXX