sábado, agosto 18, 2007

"Debo confesar que nací a una edad muy temprana..."


Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.

¿A quién va usted a creer?, ¿a mí, o a sus propios ojos?

Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.

Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?

La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.

La inteligencia militar es una contradicción en los términos.

Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto cómo pudo ponerse mi pijama.

He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido ésta.

Debo confesar que nací a una edad muy temprana.

O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.

Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo jamás.

Partiendo de la nada alcancé las más altas cimas de la miseria.

El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.

Bebo para hacer interesantes a las demás personas.

Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde "sí", sabes que es un corrupto.

¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.

¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande.

El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.

Aparte del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.

No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.

El matrimonio es la principal causa de divorcio.

Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.

¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!

Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.

Me casé por el juzgado. Debería haber pedido un jurado.

Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.

Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima...! ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!

Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta.

El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima.

No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual.

Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz.

¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.

- ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? - Amo a mi marido. - A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca.

Mrs Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? Mrs Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana.

- ¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más.

Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo.

No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡y daremos la orden de disparar!

¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas.

"Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."

Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl?

Que de le den el 10% de mis cenizas a mi promotor artístico.

Mi madre adoraba a los niños. Hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera.

Si quisiera un centavo rompería la hucha de mi hijo -si tuviera un hijo-.

Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la única posibilidad de beber algo a media noche sin pisar al gato.

Durante mis años formativos en el colchón, me entregué a profundas cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intento el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero.

Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir dónde colgar la ropa.

Dices que conociste a John en un ascensor, y mi pregunta es: ¿subía o bajaba? Esto es muy importante porque, cuando bajamos en un ascensor, siempre tenemos una sensación de vacío en el estómago que a veces puede confundirse con amor. En cambio, si subía, se trata de un caso claro de flechazo a primera vista, y también demuestra que John es un joven en periodo de ascenso. (De una carta a su hija Miriam).

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…

Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.

En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.

He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.

Perdonen que no me levante (epitafio de Groucho Marx)