Qué gusto escribir sólo porque me da la gana un domingo a la mañana en el que simplemente no se puede estar fuera porque la climatología no lo aconseja a menos que te metas en algún sitio con airconditioning o tengas necesariamente que aguantar a familia y demás engorros domingueros y vacacionales... (desde que me hice estrella del rock y mediática ese no es afortunadamente mi caso, jeje, ahora todo el mundo me deja en paz porque me teme, todo fruto de mi hard work y de una intencionalidad más que calculada, llámese rabioso amor a la libertad de movimientos aunque, como dice ajo, ser libre no es divertido si estás solx, claro que yo no lo estoy, y eso que muy frecuentemente pongo empeño en que el/la que está conmigo me odie y salga corriendo, jejeje...).
Bueno, pues aquí el Polanski y yo que hemos estado follando como conejos que es lo que nos da por hacer cuando el peque no está (para recuperar asignaturas pendientes, ya se sabe). Hablando de Polanski, anoche, a altas horas y baja moral, cayó por casualidad en la tele Rosemary´s baby (La semilla del diablo), dirigida por el ínclito y protagonizada por una anoréxica requetesatanizada llamada Mia Farrow (no, que no es que sea mía, que se llama así...). La encinta, quiero decir, la cinta, sigue siendo curiosa, colorista y, bueno, muy polanski.
Aquí el Polanski, que no me devuelve el rosario de mi madre ni a tiros, ni la negra tampoco (¡repite que es sólo para él!), y la Mali nos dedicamos a darnos homenajes feroces en los pocos pero moñoños sitios que quedan abiertos en la city (ayer fuimos al museo del traje y a su bonito y lujoso restaurante anejo, Bokado) y a reproducirnos por esporas. Pronto tendremos que decidir a dónde encaminamos nuestras ruedas el próximo finde largo, si hacia el sur o hacia el norte, que son los dos puntos desde donde hemos recibido sendas y amables invitaciones. Lo que pasa es que, como la mayoría de nuestrxs amigxs ahora son artistas, y lxs artistas estamos todxs locxs, como se sabe (pero no sólo nosotrxs, claro), pues tenemos fundadas sospechas de que, durmiendo en casas ajenas, nos sometan a todo tipo de engorrosos ritos satánicos en mitad de la noche como, por ejemplo, ajusticiar a un gallo, pollo o pulpo sobre nuestras trémulas carnes y ponernos el salto de cama perdido de sangre, quiero decir, de tinta de calamar gigante indie o algo asín.
Abrazos pero fresquitos.
Alicia XX
Bueno, pues aquí el Polanski y yo que hemos estado follando como conejos que es lo que nos da por hacer cuando el peque no está (para recuperar asignaturas pendientes, ya se sabe). Hablando de Polanski, anoche, a altas horas y baja moral, cayó por casualidad en la tele Rosemary´s baby (La semilla del diablo), dirigida por el ínclito y protagonizada por una anoréxica requetesatanizada llamada Mia Farrow (no, que no es que sea mía, que se llama así...). La encinta, quiero decir, la cinta, sigue siendo curiosa, colorista y, bueno, muy polanski.
Aquí el Polanski, que no me devuelve el rosario de mi madre ni a tiros, ni la negra tampoco (¡repite que es sólo para él!), y la Mali nos dedicamos a darnos homenajes feroces en los pocos pero moñoños sitios que quedan abiertos en la city (ayer fuimos al museo del traje y a su bonito y lujoso restaurante anejo, Bokado) y a reproducirnos por esporas. Pronto tendremos que decidir a dónde encaminamos nuestras ruedas el próximo finde largo, si hacia el sur o hacia el norte, que son los dos puntos desde donde hemos recibido sendas y amables invitaciones. Lo que pasa es que, como la mayoría de nuestrxs amigxs ahora son artistas, y lxs artistas estamos todxs locxs, como se sabe (pero no sólo nosotrxs, claro), pues tenemos fundadas sospechas de que, durmiendo en casas ajenas, nos sometan a todo tipo de engorrosos ritos satánicos en mitad de la noche como, por ejemplo, ajusticiar a un gallo, pollo o pulpo sobre nuestras trémulas carnes y ponernos el salto de cama perdido de sangre, quiero decir, de tinta de calamar gigante indie o algo asín.
Abrazos pero fresquitos.
Alicia XX