miércoles, noviembre 12, 2008

El alma tenías..., de Pedro Salinas

Mi amigo del alma Miguel Serrano, a quien nunca olvidaré por nuestros paseos de ida y vuelta a la Facultad de Filosofía de Zorroaga, San Sebastián, me escribe excusándose por no poder venir a la presentación de mi disco pasado mañana -está un poco lejos...- pero a cambio me manda este hermosísimo poema de don Pedro Salinas, uno de mis favoritos ever. Y me llega a lo más hondo porque sé que se está refiriendo a mí.


El alma tenías

tan clara y abierta,

que yo nunca pude

entrarme en tu alma.


Busqué los atajos

angostos, los pasos

altos y difíciles...

A tu alma se iba

por caminos anchos.

Preparé alta escala

-soñaba altos muros-

guardándote el alma-

pero el alma tuya

estaba sin guarda

de tapial ni cerca.


Te busqué la puerta

estrecha del alma,

pero no tenía

de franca que era,

entradas tu alma.

¿En dónde empezaba?

¿Acababa, en dónde?


Me quedé por siempre

sentado en las vagas

lindes de tu alma.

(De Presagios.)