Anoche nos tragamos, como machotes, las partes I y II de "Novecento" (1976), más de seis horas de metraje en total. Es una peli que teníamos ganas de "revisitar" porque nos había hecho mella la primera o primeras veces, y anoche entendimos de nuevo el porqué. Aparte del reparto, insuperable -Depardieu, De Niro, Lancaster, Sandrelli, Sutherland, Dominique Sanda, los niños, etc.-, el director tiene un lenguaje tan peculiar, carnoso, elocuente y coreográfico que no puede más que impresionar. La fotografía, tan simbólica, esos travelling de cámara, los colores y texturas, el acertado dibujo de los personajes y de sus relaciones... es en casi todo auténticamente magistral. El único pero es que quizá el discurso campesinos/patronos, rojos/fascistas quede en ocasiones algo maniqueo, pero en cualquier caso sirve para recordarnos que así, efectivamente, estuvieron las cosas en aquel momento histórico además de para sacar lecturas muy útiles y extrapolables hoy en día respecto a lo que son la insurrección, la insumisión, el plantar cara con valentía y gallardía antes situaciones intolerables que desde luego se siguen dando hoy.
La peli sigue siendo una obra de arte en todos los sentidos que además encierra un montón de enseñanzas -sin pretenderlo- acerca de casi todo: la familia, la amistad -preciosa la que se da entre De Niro y Depardieu, pese a tenerlo todo en contra-, los niños, las relaciones sociales, el trabajo, el amor y la pareja, la barbarie y la crueldad, etc.
Pero, ya sabes: ¡antes encuentra un mínimo de seis horas para ella si quieres ver las dos partes seguidas! (¡a nosotros nos dieron las 6 y media de la mañana!).
Besos,
Alixx