EL METRO-ROCK DEL SÁBADO. En cuatro palabras: "A town called Malice, uh, uh, yeah!!!"
Primero, en el escenario principal, Gecko Turner, a las siete, cuando aún había mucha luz y toda la tarde por delante. Toda una grata sorpresa. Música negra, afroamericana, muy bailable, en una propuesta más que interesante. Al extremeño Fernando Echave le interesan James Brown, Fela Kuti, Jamiroquai... Nos gustaron, nos hicieron bailar, y eso que el sol pegaba aún inclemente... Pena que ya estaban empezados y no duró demasiado...
Segundo, Sexy Sadie (del 92). A mí no me gustan, creo que es por la voz, pero es indudable que tienen su público y que le ponen intención. Si cantaran en español, creo que conectarían mejor con la gente... Kind of psicodelia, I guess...
Tercero, los granaínos Lori Meyers, cosecha del 98, cuando sólo tenían 16 añitos.... Indies. Partes interesantes, tirando a sixties, y un acusado efecto hippy. Influencias Planetas, Beach Boys, Brincos, Pixies, Flaming Lips... Un vistoso número de neo-hippies, reconocibles como tales por sus sandalias y complementos, se vieron imparablemente atraídos hacia el escenario. Lori Meyers, además, tienen lo que se dice canciones, lo que hace que su público disfrute arrebolado con ellas...
Siguiente, y en otro escenario: 12twelve, también del 98, Barcelona. Una de las bandas más interesantes de la noche, si no la más. Batería, contrabajista, guitarra pirado (pero que sabe lo que hace) y saxofonista / teclista haciendo todo tipo de ruidos y locuras sonoras que en ocasiones recordaban a cien gatos chillando y arañando a la vez... Además, les gusta la improvisación, lo que es un atractivo añadido si se hace con garra, como es el caso: magnetismo y poderío. Muy, muy recomendables, modernos, salvajes y vanguardistas en su forma de gestionar el sonido.
Vuelta al escenario principal: The Charlatans. Banda de Manchester, con cantante californiano (Tim Burgess), de las que hay a patadas, en la onda Stone Roses y Happy Mondays. Indies. Pejo me apunta que también son muy stonianos. Realmente interesantes e intensos a ratos. El cantante, un peluchín adorable un poco en el estilo Bunny -Mc Culloch- Man, se merece un kiki de los de órdago...
Finalmente, Mr. Paul Weller (serían hacia las 12...). Weller, quien nada más salir me arrancó un impulsivo "¡qué horror, qué viejo...!", empezó un tanto frío, haciendo esa especie de morralla informe que le ha hecho perder algunos fans, también entre los amigos... Pero, pasito a pasito, remonta gracias a la más que jugosa producción de su Style Council y llega a la espeluznante "Wild Wood", del álbum homónimo (1993), directamente bajada del olimpo de las canciones... A partir de aquí, nuestro hombre parece darse cuenta, al fin, de lo bueno que es y agarra un pulso firme, decidido y sustancioso, sudando la camiseta y poniéndose cada vez más atractivo en todos los sentidos, hasta conducirnos elegantemente al final pasando por otros temas muy interesantes y bien interpretados como "Can you heal us (Holy man)", también de "Wild Wood" y "Uh Huh Oh Yeh" y "Above the clouds", de su "Paul Weller" (1992). Para terminar, una sorpresa mayúscula; el soberbio bis CALLED MALICE, ("Snap!", The Jam, 1983) que nos hizo botar, bailar y disfrutar como espíritus posesos. A mí más todavía, pues pude captar sin dificultad el guiño de Weller a mi sobrenombre y a mi enorme influencia en el panorama artístico psico-social y mundial...
A mí me mereció la pena. Muy interesante e informativo y, además, una tarde-noche muy agradable, fresquita, con la yerba (un poco rala, sí), los arbolitos, el estanque, las divertidas pintas de la gente... Otro año, ¡os toca!
Saludos y abrazos,
A girl called Malice XXX, oh, oh, oh, yeah... A town called Malice, UH, UH, YEAH!!!