
Quiero contar varias cosas; primero, respecto al suicidio de Érika Ortiz Rocasolano quisiera apuntar:
1.- Que todos los suicidios son iguales; igual de trágicos, igual de dolorosos e igual de duros.

2.- Que esa chica, esa mujer joven, aparte de haber sufrido, seguramente, un enorme e insoportable descalabro sentimental -mezclado con más cosas, seguro, como el trabajo y tal-, ESTABA CLARAMENTE ENFERMA DE ANOREXIA NERVIOSA, COMO SUS HERMANAS. Lo quiero decir bien alto y bien claro porque aún hay gente que no se quiere enterar de los muchos peligros, la extrema debilidad, física y mental, que conlleva la delgadez exagerada. Por favor, amigas, hermanas, colegas, mandad a tomar por el culo a vuestros novios, amigos, conocidos/as, compañeros/as, familiares, si insisten malévola y machaconamente en el asunto del jodío "peso ideal", las estúpidas cifras del aterrador Índice de Masa Corporal, las demenciales tallas 38 (hasta 40 y 42 diría yo, en muchas tiendas) y demás tretas aniquila-mujeres. En esto, mira tú por dónde, estoy con don Jaime Urrutia. Mucho ojo con la anorexia nerviosa; es un trastorno letal, se ve por todas partes, y a las Ortiz Rocasolano, por ejemplo, entre muchas otras, no hay más que mirarlas; muy elegantes, pero enfermas.


Que tengáis un excelente fin de semana.
¡¡Y a comer bien, por dios!! (y más teniendo dinero, joer...).
Abrazos bien carnositos, Alicia XXX (y que conste que no estoy un pelo gorda; estoy buenísima, y anoche, por ejemplo, ligué lo que no está escrito; como siempre, por otra parte, ejem...).
Bye, bye!! And see you all soon!!!