lunes, febrero 25, 2008

Fire, walk with me...

Andaba buscando un poema acerca de la pasión. Encontré adefesios acerca de la pasión de Cristo (puaj), torpes rimas guarras y otros tirando a exagerados y mediocres. Me cansé de buscar y pensé: ¿Por qué no lo haces tú? A lo mejor está dentro de ti... A ver qué pasa:

¿Estás vivo? ¿Y cómo lo sabes? ¿Porque respiras, porque comes, porque te mueves y hablas como un autómata? ¿Porque cumples con la parienta, los hijos, los padres, los impuestos, el jefe...?

Mira abajo a la Monte, a los Davies, a Daltrey, a Townshend, a Moon... Están vivos sin lugar a dudas (al menos ahí...).

El hombre y la mujer no pueden ni deben nunca conformarse con el estado de las cosas, con la vida en la jaula por muy dorada que sea. Un enorme poder nos ha sobrevivido siempre dentro, y es el mismo que nos ha permitido domesticar el fuego, las aguas, la tierra y los cielos; la enfermedad y la pobreza también, si queremos. Y ese poder nace de nuestro fuego interno, el mismo que impulsa a los Who a romper sus instrumentos, si les viene en gana, después de la actuación; y treinta años después su misma generación y las posteriores los acogen clamorosamente de nuevo y pagan por ellos lo que haga falta hasta agotar la taquilla.

Ese poder se llama pasión y, si se te apaga, estás muerto. Budista, pero muerto; cristiano, pero muerto. Buen ciudadano, padre, hijo, esposo, empleado, contribuyente, pero cadáver ya.
(vaya, puede que también haya salido torpe, exagerado y mediocre...; ¡pero al menos es mío! ¡y me lo he currado tan poco...! en fin...)

Alicia XX