
Y eso es probablemente porque ayer pudimos disfrutar de la increíble, potentísima, dulce y suave, arrastrada y negrísima voz de la gran Cassandra Wilson y también de sus exquisitos y lujosos músicos, especialmente bajista, guitarrista y armónica. Así que mis neuronillas han amanecido hoy de todos estos colores... Un abrazo, Alicia XXX