¿Sabéis qué me ha traído hasta aquí? Los anteriores -para vosotros, posteriores- posts acerca del saxofón, que me han llevado de repente al fabuloso "Wild saxophone" de los Stray Cats, uno de mis grupos imprescindibles de siempre. ¿Hay algo más sexy que el rock´n´roll, por dios? Pues sí, el rock´a´billy (y toda la música negra también: el blues, el soul y especialmente el funky; ¡por eso se llama así!).Recuerdo un concierto memorable de Stray Cats en San Sebastián, allá por los ochenta, y cómo nos incendiaron de tal manera -a mi hermana, una amiga y a mí- que fueron los únicos músicos "in town" a los que seguimos la pista hasta el hotel, soñando, entre otras cosas, con ser el contrabajo del lujurioso y hermoso Lee Rocker -podrías jurar que se "tiraba" a su instrumento en escena- o el tupé del irresistible Slim Jim Phantom... Pues os voy a decir una cosa, amigas y amigos; ¡lo conseguimos, vive dios, y además fue perfecto, porque ellos eran tres y nosotras también!! ¡¡De hecho, a los nueves meses tuve un hijo de Slim Jim Phantom que ahora no para de aporrear la batería!! (esto ya sí que es invención, o ensoñación, como lo quieras llamar...).
El disco que veis a la derecha ("Stray Cats", 1981) es mi favorito de los que tenemos de ellos, y la hipnótica "Stray Cat Strut", mi canción fetiche. Me parecen también excelentes "Runaway Boys", "Wild saxophone", "Cryin´shame", "Look at that Cadillac", "My one desire", "Wasn´t that good", "Just one more day", "Lonely summer nights" y, joder, todas, prácticamente. La música de estos felinos descarriados me saca toda la energía de dentro y me hace bailar desbocada, sentirme muy viva y feliz como una perdiz!; así es el rock´n´roll, amigos, y así es el rock´a´billy, chicos y chicas!! Seguro que lo sabéis de sobra!!¡Besos!
(M) Alicia (Cool) XXX; oh, yeah!!
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