Los ensayos han ido intensos y potentes, de modo que me gusta ir al local aunque esté cansada. Ahora comprendo que estaba programada para la música, aunque no me arrepiento de todo lo que he hecho antes porque me ha dado conocimiento, que es la llave del poder. Empezamos siendo sólo Pejo y yo y luego se sumó Domingo, el bajista, que es un lujo de persona -una bella persona porque además está como un tren de mercancías-, Javier, que es tan amable como para venir desde Santiago cada vez que tocamos y ahora además Fionnuala -lo cual me hace una ilusión bárbara- y Óscar. Tanto la guitarra como la voz me resultan no menos que orgásmicas, y cuando se suman los otros instrumentos el placer es inenarrable. El ambiente en los locales es muy agradable, así que no me queda otra que dar gracias efusivamente por todo esto. También por la inestimable colaboración de Daniel F. Marco, Alfonso Discos Khurcius García y mi querido Jose Manuel Costa; todos ellos enormemente apreciados, admirados y respetados por mí. Luego están los otros amigos y amigas que echan una mano como pueden; Javier Rangel, que nos deja un ampli; Alex que nos deja la batería; Ramón Reboiras, que nos ha ofrecido esta posibilidad de la Fnac; mi madre y los padres de Pejo que se quedan con Marino cuando hace falta; Marino, que es la mayor belleza parlante y actuante en varios centenares de miles de millas a la redonda; los medios que se han interesado por nosotros y nos han publicado algo; todos los amigos y amigas que dejan palabras de apoyo, alegría y entusiasmo... Realmente me siento algo cansada pero muy afortunada.
Besos,
Alixx