Sólo a una cosa le teme el pequeño Marino del mar: a los mundialmente famosos y feroces TIGURONES DEL MEDITERRÁNEO. Lo demás le da exactamente igual (hombre, las algas, si las hay, le resultan un poco insidiosas...).
Hoy las olas vienen tirando a bravas; pegan unas hostias que pa' qué (¡bandera amarilla!). Pero él se mete, armado tan sólo de un gran flotador amarillo, plagado de Pokémons, y resiste una y otra paliza del agua sin inmutarse; más bien partido de la risa...
Yo atribuyo esta resistencia y valor a que se ha producido un cambio significativo en su dieta. Del sota, caballo y rey (esto es, la tortilla, espaguetis, salchichas y atún) a la rica sardina y el poderoso boquerón. ¡Ay, madre mía, de lo que no sean capaces unas buenas sardinas a la plancha y un buen boquerón frito!!!
Ha sido una relexión marítimo-culinaria de...
(M) Alicia (Cool) XXX, tu webmistress amiga