Estás escribiendo. Estás pintando o dibujando o diseñando. Estás tocando, o cantando, o haciendo una canción. Estás charlando con los amigos, yendo de garito en garito, quizá. Estás dando clases o traduciendo o simplemente paseando. Estás nadando, leyendo, bailando o haciendo el amor, que es cosa muy parecida... Pues bien, el "flow" es un estado de gracia que se alcanza en un momento dado, teóricamente sin tu intervención consciente, mediante el cuál te sientes cómodamente encaramado/a a la cresta de una ola sin sentir, de repente, resistencia física alguna, ni molestias, ni displacer de ninguna clase; al contrario, apenas percibes tu cuerpo ni las quejas que éste te pueda plantear porque el placer, el bienestar y la conexión que tú alcanzas con el mundo entero y también con las cosas y personas a tu alrededor es altamente espiritual y tántrica, podríamos decir. De repente te ves inmerso/a en una gigantesca corriente benéfica que recorre el universo y, esa sensación te hace sentir que realmente existe el cielo o nirvana en la tierra y que, lo único inquietante al respecto es que no puedas entrar y salir en ella a tu antojo. Pero lo que sí puedes y debes hacer es IN-TEN-TAR-LO, es decir, ponerte en situaciones, como las arriba descritas, en las que te pueda suceder. Sin embargo, el "flow" se puede dar también, sin problemas, en el trabajo o con los suegros, pues es deliciosamente imprevisible y caprichoso.
Este es el fruto de una investigación exhaustiva y contrastada de la doctora A. N. M.
¡Ya es jueves, ya vamos terminando, poco a poco...!
Besos y abrazos,
Alicia XXX