lunes, julio 24, 2006

¡¡Fuego!!

Salimos de la habitación (en la quinta planta). Vemos a una camarera huir despavorida, gritando ¡fuego! ¡fuego! Yo siempre había oído que, en caso de fuego, uno debe llevarse sólo las cosas de valor, así que, además de a mi familia, cogí únicamente un disco de Radio Futura que me había comprado en el aeropuerto por ¡8 euros!, una de esas recopilaciones atractivas y pelín extrañas ("Divina", "Enamorado...", "Dance Usted", "Ivonne", "Zombi", y otras). Pensé que constituiría un buen comienzo en el caso de que se quemara todo lo demás. Tampoco había mucho más de valor, pues hace tiempo que viajo sólo con lo imprescindible -como aconsejaba Machado- salvo, claro, los libros de poesía (habría unos diez, o doce), y los juguetes del nene (consola, Pokémon, puzles), todo lo cual perfectamente reemplazable.

Soy una persona que no tiene miedo a casi nada y, desde luego, y extrañamente, ningún miedo en absoluto a las situaciones extremas, o de emergencia, ni a ningún tipo de catástrofe. No sé porqué, realmente, es como si ya contara con que ese tipo de situaciones se pueden producir en cualquier circunstancia y, por lo tanto, es completamente inútil asustarse; el miedo no sirve para nada ni ayuda en nada, desde luego. Es mi opinión.

Total, que seguimos a la camarera trastornada, como Alicia al conejito en el País de las Maravillas, y nos vemos bajando las escaleras con ella, y se nos suman otros, cuando nos damos cuenta, por el cachondeito general ("¡¡Ay, ay, que se me quema el culo!!"), de que no es más que un simulacro. Aún así, seguimos adelante, como ciudadanos de primera, y conseguimos salir del edificio por intrincados e inverosímiles vericuetos. Una vez afuera, nos encontramos con el personal de hotel, uniformado, formado y con una guasa evidente, y a una familia de guiris, de cuatro miembros, bastante más europeos que todos nosotros (aunque sólo fuera por la "antiguedad en el puesto"), muy serios y aplicados pese a la chanza general.

Una buena experiencia, en todo caso, que nos sirvió además para explicarle al nene qué hacer en estos casos.

Es una inocente anécdota de verano de...

(M) Alicia (Cool) XXX, tu webmistress amiga