Esa palabra tan extraña es el nombre de una calle muy característica de Berlín que creo no te debes perder si vienes por aquí. Encontrarás un compendio de lo mas típico, encantador y pintoresco de la ciudad: llamativas pintadas (¿cómo diablos conseguirán llegar a esas alturas?), centros culturales, gigantes edificios Poltersgeist de inquietantes ventanas, y un buen ramillete de peculiares y originales tiendas -música, ropa, muebles, un poco de todo- que no te dejarán indiferente; me he comprado una blusa, una falda y un sombrero. Los precios, imbatibles (si rebuscas adecuadamente).
Hemos encontrado, ademas, un Cafe -Bar & Cocktail, llamado Kani Mani (en el número 95 de Kastanienallee), que es exactamente el que nos gustaría tener al lado de casa en Madrid; cool a más no poder -pero no "pijo"-, con exquisita música negra (Erykah Badu y similares) y una gran variedad de ricos cocktails. Lo lleva un guapo y resalao hombre joven de color que te pide la propina -los 80 céntimos de redondeo-, descaradamente, todo sonrisa, eso sí, al cobrarte las cervezas (2,10 € cada una, bien grandecitas, aunque aqui sean llamadas "kleines" (=pequeñas); ni te digo como son las grandes...). El porche del sitio es realmente atractivo -como suelen ser casi todos aquí-, bien surtido de sillonetes color verde pistacho. Puedes también hojear una serie de revistas, incluyendo el Exberliner, una guía de Berlín en pitinglish.
De vuelta al hotel, pasando por el inevitable Hackescher Markt, hay una chica vestida de negro tocando en medio de la plaza; una acústica, voz (ambas amplificadas) y unas grandes alas blancas en la espalda. Vende sus CD,s; uno 15 €, dos, 20€ (¡y no lo hace nada mal!).
Abracitos y besitos,
(M) Alicia (Cool) XXX, algo cansadilla porque ya es tarde. Hasta mañana, amigos!!!