
Una cosa nada más. Me parece genial que una rubia saludable, a sus 47 años, se crucifique por el mundo entero y
no le pase nada (confiemos en que la cosa siga así), quiero decir, que no termine en el estado lamentable y doloroso en que lo hacía
Jesucristo, "nuestro
" querido símbolo
gore por excelencia, cuando, de pequeños, la Iglesia y los poderes fácticos hicieron
todo lo que estuvo en su mano para vendernos, no, mejor,
imponernos, de muy malos modos, aquella invendible y cruenta historia (más sus tóxicos aledaños relativos a la
culpa, el
pecado original y todas esas nocivas y criminales creencias). Y eso que, a mí, la música de la
ambición rubia ni me va ni me viene... Pero que la dejen hacer, por favor.
¡Salud!
Alicia XXX