jueves, agosto 03, 2006
Más cosas
Ayer, el cielo se cubrió, hacía fresquito y... llovió, llovió y llovió. ¡Qué bien, chicos, y qué bien le sienta eso a esta ciudad! ¿Qué tal en Madrid? ¿Ha refrescado? ¿Ha llovido un poquito, al menos?
Esta mañana, al disponerme a abalanzarme sobre el único ordenador del hotel, nos hemos llevado la cómica sorpresa de encontrarlo totalmente sitiado por un ejército de muchachos y hombres uniformados, y de color, en cuyas coloridas pañoletas se podia leer lo siguiente: Scout Science Club of Kuwait. Yo me reía, y ellos también, viendo en mi vestidito rojo la leyenda Beach Betty´s. "Los caminos del Señor son inescrutables", pensamos todos, seguro.
Capítulo relaciones; en primer lugar, Berlín es, después de San Francisco, la capital "queer" -gay- del mundo (tanto para ellos como para ellas, como es natural). ¡¡Hasta el alcalde -en la foto- es gay!!!. Por lo demás, no creo que sea nada difícil entablar relación con los berlineses; da la sensación de que ellos no toman la iniciativa por cortesía y por el idioma, pero parecen, tanto ellos como ellas, encantados de que les "entres" y, desde luego, miran y sonríen con mucha naturalidad y candidez. No se ven muchos sujetos solitarios; no parece haber aquí grandes problemas de relación inter-personal o de soledad y aislamiento.
La ciudad esta plagada de pintadas, muchas de ellas bonitas e interesantes, y se "huele" la presencia de okupas, lo cual no es de extrañar a la vista de gran cantidad de edificios deshabitados, con aspecto casi ruinoso, pero imponente, por fuera, en contraste con interiores en mucho mejor estado. Hoy hemos visitado uno de ellos que nos recomendó un amigo; el Tacheles. Es un edificio muy grande, con tres o cuatro alturas, dividido en talleres de arte o ateliers en los que trabajan los artistas y, al tiempo, exhiben o venden sus obras. Las obras eran malísimas, todo hay que decirlo, pero la idea de talleres para artistas jóvenes -y no tan jóvenes-, amplios, céntricos y luminosos, me parece magnífica.
Todo lo que veo aquí me hunde en filosóficas reflexiones y contrastes respecto a lo que tenemos en Madrid. ¡Cómo me gustaría -a mí y a mi familia- poder decorar mi ciudad, mi calle, mi portal, con pintadas u obras de arte, como aquí!! ¡Cómo me gustaría poder montarme en una bici en minifalda, y tacones -si quiero-, sin que toda la panda de garrulos y garrulas que tenemos allí no me deje ni avanzar!! ¡Hay que ver la cantidad de edificios que hay en Madrid, deshabitados, pudriéndose, inútiles, esperando a que el Julian Muñoz de turno les saque un desorbitado y criminal beneficio!!
Sufro por mi país y por mi ciudad. Por la falta de libertad que aún respiramos. Porque, en cuanto sacas los pies del tiesto, te llueven hostias por todos lados: los padres, la policía, los propios amigos... Multas e impuestos por respirar... Pacatismo y represión en las normas sociales... Parece nuestra Madrid de hoy una ciudad relamida, pija, histérica del orden, la "limpieza" y las buenas costumbres. No deja margen para la creatividad, para la transgresión... Te sientes en Madrid, últimamente, como si te colocaran un corsé de buena ciudadana desde que naces...
En el Museo de la Ciudad, no hay un solo vigilante en todo el trayecto. Prefieren cobrarte 10 euros, y asi poder reponer o reparar lo que se estropee, a poner un guardia vigilante y represor en cada esquina, como en Espana...
En el hotel, podrías irte sin pagar, o incluso con objetos de la habitación, y nadie se enteraría. Supongo que, aquí, ya han tenido demasiada militarización en su historia y, ahora, pasan ocho mil pueblos de eso...
Estoy segura de que aquí se vive mejor que en Londres o en Madrid, con la unica salvedad del duro invierno. Pero hay mucho más espacio, trabajo, vivienda, libertad, gracia, naturaleza, creatividad, arte, cultura... ¿Que más quieres?
Besos y abrazos,
(M) Alicia (Cool) XXX, tu webmistress amiga, de paseo por Berlin