Vila Duparchy, Luso, Portugal
¡Hola, amigos! Esta parte de Portugal es realmente bonita, con abundante vegetación y arboleda y construcciones (casitas, palacetes, villas) como de época, con mucho encanto. Las casas de comidas también participan de este ambiente acogedor, fresco y detallista (además, se come abundante, rico y variado). Nos alojamos en una pequeña gran dama llamada "Vila Duparchy" (en la foto) que es herencia de la familia Duarte, y por lo tanto llena de recuerdos -muebles, pianos, chimeneas, alfombras, relojes, espejos, aparadores, vitrinas, fotos, cuadros, ¡y también fantasmas!- de esta saga.Nuestras "habitaciones" o dependencias son enormes para lo que estamos acostumbrados; gran salón con sillones y chimenea, un par de evocadores baúles -M. se ha querido meter en uno inmediatamente-, enorme armario antiguo, de dos cuerpos, cama grande para nosotros -otra pequeña para M.-, vestidor, baño amplio y encantador y gran terraza de ensueño, con grecas de piedra blanca, que mira a los frondosos jardines, la piscinita y a un monte muy poblado de esbeltos y apretados árboles.
Hemos comprobado que los tópicos acerca de los/las portugueses/as son, por el momento, rigurosamente ciertos; ellos son, por lo general, guapos, morenos y con aire "reflexivo" y ellas dulces, amables y, con bigotillo, muchas (pero a mí me parece que eso no las afea; ¿por qué habría de hacerlo?). Es fácil entenderse con ellos y con ellas porque son amables, tranquilos e inteligentes, pero algunas cosas, desde luego, denotan su particular idiosincrasia; por ejemplo, el señor que lleva esta casa, Óscar, de la que nos aseguraron que tenía acceso a Internet, me pide, a la hora de la verdad, que le ayude a configurar su router y a imprimir no se qué del árbol genealógico de su mujer (la señora Duarte)... Y cuando le comento que la casa es muy bonita, él, que es el dueño, el de las mil fotos y cuadros, replica, algo circunspecto, que sí, pero ¡cara! (¿?). Además, ¡no tienen coca-cola light en ninguna parte, rediez! ¡Qué gente más peculiar, recórcholis!
Esto es todo por el momento, amigos. Más, otro día (aunque la conexión se ha vuelto algo complicadilla, pues no quisiera, por nada del mundo, que el señor Duarte me pidiera, a cambio, que le formateara el disco duro o algo igualmente inapropiado...).
¡Besos!
Alicia XXX