Señoras y señores, damas y caballeros, ladies and gentlemen: la Monte, anoche, en Madrid, hechizó de nuevo, como era de esperar. Sale encaramada a un curioso podium, con una de sus muchas guitarras, rodeada de sus nueve músicos: guitarras, bajos, percusiones diversas, teclados, sintes, samplers, trompeta, fagot, chello, vilolín, voces... Los músicos también en diferentes alturas, para que se les vea bien a todos... La puesta en escena es muy curiosa; una serie de "armarios-estanterías" blancos que se mueven hacia ellos, como encerrándolos, y de nuevo hacia atrás, dando mucho juego, y que sirven, además, de pantallas en las que se proyectan una serie de imágenes muy sugerentes y estimulantes.
Arranca, con mucho respeto hacia esas creaciones, con los dos temas que dan nombre a sus dos últimos discos: "Infinito particular" y "Universo ao reu dor". Y lo hace con mucho oficio, mucha delicadeza y mucho esmero. Ya estamos impresionados, pero prosigue con canciones intimistas, y hasta alguna horterada o cursilada (como la de los pajaritos: pío, pío), que va intercalando sutilmente con bellezas insuperables y cimas de la canción, o de la composición, como las de "A great noise".
El concierto nos encanta. Ella brilla como un río plateado por la luna y se nota que tiene talento. Cuando se descuelga la guitarra y se baja a bailar el espectáculo de verdad merece la pena verse; es muy lunar y luminosa. Y su música es tan encantadora, misteriosa y cariñosa como ella misma.
¡Hasta siempre, Marisa Monte!
http://embrujomarino.blogspot.com/2006/09/ladies-and-gentlemen-ms-marisa-monte.html
P. S. Asistentes famosos: además de Pejo y yo, que no podíamos ni andar por el tenaz cerco de fotógrafos y reporteros, también estaban Kiko Veneno, Fernando Trueba y Bebo Valdés, entre otros/as. ¡Besos! ¡Obrigada! ¡Grassias!